martes, 24 de marzo de 2015

Hay mucha vida en cada vida

El miércoles 25 de marzo se celebra la Jornada por la Vida

(De la nota de los obispos para esta Jornada)

Al celebrar la Jornada por la Vida queremos reconocer el don precioso de la vida humana, independientemente de cualquier circunstancia o condición. Toda vida humana es valiosa porque es imagen de Dios. Nadie puede desarrollarse en plenitud en soledad, sino viviendo en comunión recíproca con los demás.
 Algunas personas vienen al mundo con una particular necesidad, vulnerabilidad o discapacidad. Lamentablemente hay quien piensa que esas vidas no merecen la pena y no son dignas de ser vividas. Ello es debido a que se considera que la vida solo merece respeto cuando supera un cierto nivel de “calidad de vida”.
¿Cómo calificar un mundo que negara la acogida y protección a los más débiles? ¿Qué tipo de sociedad estaríamos construyendo si minusvaloramos o rechazamos al que es más vulnerable y está más necesitado? Las personas discapacitadas nos muestran la grandeza de su corazón y de su existencia. Son los campeones de la vida por su coraje, un ejemplo para todos y un verdadero testimonio de la grandeza de su existencia.

 Todos estamos llamados a implicarnos en la defensa de la vida, especialmente de la más vulnerable, débil e indefensa. Debemos construir una verdadera comunidad humana en la que todos nos percibamos como un inmenso don de Dios llamados a cuidarnos los unos de los otros.



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